HERMANOS REGLETA: TORTUGUEANDO QUE ES GERUNDIO

Oh la lá FONTAINEBLEAU!!!

Por fín se dan las circunstancias y surge la posibilidad de un viaje a la Meca de Los Brioches. Bueno, y de los pastelitos, de la petanca, de los cerillazos, de los calambres y por supuesto de los bloques tortugos.

CORTOMALTESE (6c Bas Cuvier). Clasicicisísimo

Y es que no se puede decir que un año de escalada haya sido bueno si en ese año no has escalado en Fontainebleau.
Con el ansia de unos niños a la puerta de un TXIKI PARK nos instalamos en el camping y vamos rápidos a jugar a los bloques.

Angle Alain, (mítico V de Cuvier-Rempart)

Como Harkaitz es el novato de la salida nos lo llevamos como primera toma de contacto al BAS CULIER, el Sector entre los sectores con decenas de bloques mitiquísimos para todos los gustos, tamaños, formas y colores. Y es que al parecer, aquí, no sólo los bloques tienen estos adjetivos. Por el sotobosque cientos de envoltorios y gomitas usadas advierten de que en este lugar al caer la noche las cosas cambian y lo que durante el día ha sido un lugar de recreo para la escalada por la noche se convierte en un hervidero de látex, lubricantes y caballeros jugando al teto. Si los bloques hablaran....

En Cuvier -Rampart

En el bosque se escala como en ningún otro lugar. Te agarras a romos imposibles. Pones los pies en unos relieves tan pequeños que parecen de mentira, aunque no haya nada más que una mancha sucia pisas ahí y fuera, ya agarrará el pie de gato. Coges con las puntas de los dedos los cuchillitos más afilados del mudo.

Hora de la merienda. Cuteína por un tubo.
Después con las manos grasientas de salchichón todo tiene más adherencia.

Eso sí, todo esto pasa factura:
Los romos te dejan el costillar y los hombros como si hubieses estado abrazando a un oso de Siberia. Por no decir nada de los antebrazos, llenos de derrapes al igual que una panda de tuneros-pastilleros dejan el asfalto del polígono a la salida de la disco.

NEMESIS (7a Buthiers)

En los cuchillitos, si fallas el resultado no es mejor. Conscuencias: dedos enrojecidos sanguinolentos como si te hubiera encendido fósforos Clint Eastwood. Y en los pies, con con cada resbalón, ves cómo el de gomaII se frota las manos al ver los 3€ en goma que te acabas de dejar pegados a la roca.