miércoles, 6 de febrero de 2013

VIAJE AL PASADO: ETAT DE CHOC

Este periplo alpino comenzó mucho antes de coger la mochila al hombro rumbo a las montañas, así que montémonos en el Delorean y pongamos rumbo al pasado...

Siurana 2006
este invierno pasamos tanto tiempo en este pueblo que nos dieron el carnet de residentes. De los 31 días que tiene diciembre creo que siete no estuvimos allí. A partir de entonces para nosotros pasó a ser algo así como nuestra segunda casa.
El caso es que en una de las manoseadas revistas de escalada que hay en el camping una pequeña foto llamo fuertemente nuestra atención. Aparecía un tipo escalando entre la niebla un diedro perfecto de granito gris. Parecía que estuviera en alguna gran vía patagónica!. Todo cuanto ponía en el pie de foto y en el artículo era que un tal  Françoisse o como quiera que se llamara había estado escalando en Suiza y más concretamente en Portalet.
La foto fue suficiente para tentarnos. Estaba claro, había que ir escalar ese diedro y teníamos las palabras clave para iniciar la búsqueda: SUIZA-PORTALET.

Hace siete años si en el buscador de Google metías estas palabras apenas devolvía respuestas que encauzaran la búsqueda hacia algo remotamente relacionado con lo que buscábamos. En cambio ahora bastan para que aparezca alguna foto de escalada del lugar. Hay que ver como va engordando de información el cibermundo este!!!

El caso es que tras mucho cavar el filón de información fue quedando al descubierto. Supimos que la zona de escalada está en el pueblecito suizo de Champex, la vía se llama Etat de Choc, que la abrieron los hermanos Remy allá por el año ´83, y que estaba cotada de ABO-7b.
No está mal para empezar pero cuando vas a escalar cosas así gusta saber más cosas!


Los hermanos Remy y otro amigo en una repetición reciente en la que remplazaron los viejos seguros fijos que tiene la vía.
(este es largo que nos quitaba el sueño)

Pasa el tiempo y viajamos hasta el año 2009 . De casualidad veo en un kiosko francés un ejemplar de la revista Vertical en la que viene un reportaje sobre esta zona. La compro de inmediato y paso a aprender francés para desgranar hasta la última frase. Fotos de la vía, croquis, material, descripción... ya está todo hecho!! con esto y un pequeño mapa cartográfico del macizo del Mont-Blanc que nos agenciamos ya lo tenemos todo más o menos encarrilado. Eso sí, en las fotos aparecen largos de fisurones anchos que nos auguran penurias y vidillas aseguradas.

Al cabo de un año el gusanillo de querer escalar la vía crece y por fin nos lo proponemos en serio. Vamos a las fisuras del Mont Blanc.

Junio del 2010
Escalamos en Chamonix alguna vía y tratamos de recopilar más información en la Casa de la Montaña. Copiamos en un papel un par de croquis que encontramos pero no concuerdan mucho entre sí. Son como cuando hay jornada de huelga y los sindicatos dicen que ha sido secundada por el 90% y la patronal por el 15%. A quién hay que creer?
Por si acaso consultamos en un ciber-cafe referencias de la vía y no aparecen más que las mismas fotos inquietantes de fisurones con comentarios a pie de foto como "offwidth, 7a sfuggente...".
Al final no vamos a marear más la perdiz, vamos a intentarlo y punto.

Pasamos a la parte Suiza del macizo y para llegar a Champex basta con empezar a subir un poquito el puerto del Grand St Bernard. El pueblo es pequeño y muy tranquilo, unas pocas casas y alguna tiendecilla. Nada que ver con las aglomeraciones y gentío que suele haber en la parte francesa de estas montañas. Además tiene un bonito estanque-laguillo en el que en el centro flota una bola de petanca de dimensiones titánicas. Nos damos un baño y buscamos un petancódromo donde echar unas partidas y de paso preparar el material para el día siguiente.

este es el laguito de Champex.


Ante la incertidumbre y por si acaso, cargamos en las mochilas todos los friends que tenemos. Aún y todo en la mochila hay sitio de sobra y pesa la mitad que la que nos cargamos unos días antes para ir a escalar a la zona de la aguja del Midi. No hay que llevar casi nada: ni tienda, ni sacos ni esterillas, ni hornillo, ni comida, ni ropa de abrigo, ni botas, ni piolet... alpinismo del bueno, del que nos gusta, buscamos escalar no portear!.

Empezamos tranquilamente la jornada, es finales de junio y el día es larguísimo y además el primer telesilla-remonte que nos evitará subir la primera pechada no se pone en marcha hasta las 8:30. Así que tomamos un buen tazón de colacao y en marcha. Desde la telesilla hay que seguir por un suave sendero hacia el refugio de Orny. La aproximación es suave y nos extraña lo tranquilo del lugar, en todo el día tan sólo nos encontramos con una señora que bajaba hacia el valle!.
El pico al que vamos a escalar se llama Petit Clocher de Portalet y aparece de la nada tras una ondulación en el camino. Parece que vas a escalar a ninguna parte porque haces medio camino sin ver ninguna pared para escalar hasta que te la encuentras de frente.

El Petit Clocher de Portalet visto desde la aproximación


La pared es bonitísima: una afilada aguja en cuya cara norte se ven rectilíneas formas de granito gris y a ratos naranjas. La vía que tenemos en mente se adivina fácilmente desde lejos, no haría falta ni croquis para seguirla!.
Ruben y la Vía.
El croquis: su bastón.

Las temidas fisuras de las fotos se intuyen claramente y según nos vamos acercando no pensamos en otra cosa más que en la suerte de la piedra nos obsequie con hacer esos largos de segundo!
Nos desviamos del sendero y por laderas de gravilla cogemos otro pequeño camino que lleva hasta el zócalo de la aguja. Una vez en la vertical de los diedros por los que discurre la vía el comienzo de la vía se encuentra muy fácil porque tiene una pintada barriobajera hecha con brocha y pintura roja que dice "etat de choc". Imposible perderse.

Sorteo de la piedra y.... toma! me toca empezar, me libro del largo de chimenea!!!
Me cargo en el arnés todo el material y empiezo a subir con la tranquilidad de saber que no seré yo quien abra el tan temido tramo.
Los tres primeros largos de la vía sirven para subir una especie de zócalo y llevarte hasta la base del muro bueno superior. Éstos sin ser particularmente bonitos están a años luz de las cochambreras que se suelen encontrar en los primeros metros de muchas vías pirenáicas (zócalo=KK, suele ser lo habitual), así que se empieza disfrutando desde el primero de los metros escalados. Los largos se hacen muy bien y tienen algún parabolt que hacen que la escalada sea más placentera.
2º largo. Al comienzo de las vías siempre nos hacemos lios con los friends y cuesta encontrar el más adecuado.
L3. Al final el zócalo no resulta ser tan malo.


Comienza la parte buena de la vía en la que la roca mejora increiblemente: granito gris y naranja, de grano fino, en pared vertical, sin liquen y con fisuras perfectas ausentes de cantos a los lados. Esto es lo que veníamos buscando! La vía sigue unas fisuras anchas a ratos diedros, a ratos chimeneas en las que se va progresando a base de empotrar manos y retorcer los pies en ellas. Son fisuras afiladas de empotrar  y no como muchas del macizo del Mont Blanc que son romas y ciegas y en las que al final acabas pasando a base de tirar del costillar en bavaresa!

L4. en plena faena. A la izda. se ve una fisura--> 7c+, Historie sans fin.
A la dcha. otra fina fisura de dedos, es de la vía Ave Cesar 7c+

Poco a poco llegamos al temido largo "sfuggente". Empieza por una chimenea que se estrecha de golpe en una forma de embudo por la que hay que pasar. A partir del estrechamiento hasta siguiente reunión es un diedro desplomado provisto de una fisura anchota.
Empieza Rubén el largo progresando alegremente hasta llegar al cuello de botella, pone un par de seguros buenos y empieza a arrastrase por la grieta. Avanza muy poco a poco como una babosa hasta que al final se le atasca el casco y no puede seguir. Se lo quita de mala manera y lo deja empotrado en la fisura para seguir sin él. Vuelve a avanzar unos pocos centímetros hasta que se vuelve a quedar completamente atascado. Por lo menos está seguro, al igual que no puede subir tampoco puede escurrirse hacia abajo y caer!. Así permanece un rato hasta que al final a base de raspar el jersey y estirarse consigue poner un friend y tirar de él saliendo del estrechamiento.
El casco empotrado y el friend de la salvación.

El resto del largo, para nuestra sorpresa, se hace bien porque la aparentemente fisura improtegible de 20m tiene otras fisuritas por su interior en las que te puedes asegurar dignamente. Al final la seguridad o exposición en esta vía es directamnete proporcional al número de friends que cargues en el arnés.
El temido largo visto desde la reunión.
Es mi turno, de segundo hay que ir a por el encadene del largo!
Me las arreglo para pasar el estrechamiento no tan por el interior pero aun y todo me cuesta un buen esfuerzo. Llego a la segunda parte resoplando y menos mal que hay algún canto donde bajar las pulsaciones.







Progreso más o menos bien por la fisura anchota justo hasta el final donde me quedo nuevamente atascado como un pez globo: si cojo aire estoy sujeto a la pared y si lo echo caigo al vacío!


El pez globo en acción. Demostración de adherencia corporal.


Lucho hasta la extenuación pero finalmente caigo. Cuelgo de las cuerdas con las pulsaciones y respiración a mil y un fuerte dolor en el limaco! Es como haber estado corriendo como un caballo! Recupero y termino los pocos metros que me quedaban hasta la reunión.

buscando desesperadamente y en vano algún relieve al que agarrarme antes de caer


una vez colgado de la cuerda y cambiando de postura la cosa cambia completamente!


Más arriba me espera el gran largo de diedro gris que nos cautivó. Ya no hay más penurias, sólo gozar!
Largazo antológico donde los haya. Nosotros viendo lo mermadas que están nuestras fuerzas optamos por la variante de la derecha que además de ser en teoría más fácil tiene un reunión intermedia y es que hay que ver la de friends que cabrían en 50m de fisura perfecta y del mismo tamaño!

al comienzo del largo 


Con los friends que llevamos a duras penas llego a la primera reunión así que como para escalar otros 20m que quedan hasta la segunda.

en el paso final del largo de la variante


 El largo de la variante resulta ser muy bueno con su segunda parte de muro con cantos para descansar un poco de tanto empotre.

Llegamos al penúltimo largo que tiene una pinta muy buena, más diedros y fisuras. Realmente estamos muy cansados y además sin darnos cuenta estamos rodeados de unos nubarrones que en un momento empiezan a descargar copiosamente. Es una tormenta de verano, todas las paredes de alrededor se mojan excepto el muro por el que vamos que queda protegido por el desplome.

Rapelamos por la línea de bajada equipada que hay y descubrimos LA VIA. Es la Ave César. Se ve que es difícil de verdad! Es un muro liso vertical cortado de abajo a arriba por una fisura de dedos. Increible algún día habrá que volver a probarla!

fisura de Ave César. duelen los dedos sólo de pensarlo!!!

Contentísimos con la excursión del día recogemos en la base el material y empezamos emocionadísimos la larga vuelta hasta la furgoneta.

La pared iluminada por el sol de la tarde y la tormenta de verano al fondo en el macizo del Grand Combin


Para aquellos que estén interesados en ir a escalar a este buenísimo lugar aquí va el croquis que hicimos al día siguiente con toda la información de la vía bien reciente:



Es una vía muy muy buena que ningún amante de las fisuras debería dejar de hacer, con una escalada muy atlética en fisuras de empotrar. Diferente a otras vías de granito que hemos hecho en Mont Blanc tanto por su estilo como por la roca. Es como escalar en Yosemite pero en los Alpes; más cerca de casa.... 










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